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Con la inestimable colaboración de Ignacio J.

viernes, 4 de mayo de 2012

Empezando a fotografiar flores


Ah! nuestras queridas flores. Son bellas, cambian de forma, color, textura, no hay dos iguales, nos gustan… ¿pero por qué no las fotografiamos como se merecen? 

Busca un ángulo diferente. No las fotografíes como las ves. Desde arriba es como las vemos normalmente cuando damos un paseo. Si para paisajes buscamos otro ángulo ¿por qué no lo hacemos también con las flores?. Agáchate, busca su mejor lado, el detalle. Potencia sus texturas, su color, la forma, el volumen. Son unas modelos excelentes, muy bellas, a las que hay que mimar y cuidar para que nos ofrezcan su mejor lado. 



Tienen una vida larga. Son pequeños brotes, poco a poco se van abriendo para ofrecernos toda su hermosura, y aún, cuando ésta decae, podemos sacar un gran partido de ellas. 

Ten cuidado con la fuerte luz solar, no las favorece. Si te encuentras en uno de esos días con un sol de justicia, búscalas en la sombra, seguro que encuentras alguna. Así evitarás sombras duras y quemados. Las gotas de rocío son unas buenas aliadas, no así el viento, que puede dar al traste con nuestra salida fotográfica. 

El uso de trípode y de una lente adecuada ayuda obtener un resultado final digno de profesionales. Y aquí es donde el uso del diafragma nos va a ser de mucha utilidad. Se pueden conseguir fotos muy distintas sin mover la cámara, sólo variando la apertura del diafragma. 

Las flores se pueden fotografiar solas, con otras flores, como primer plano en un paisaje, siendo las protagonistas/acompañantes de bodegones… También son unas grandes aliadas de los entusiastas del macro/fotografía aproximación. Sus diferentes partes son una fuente inagotable de imágenes impactantes y donde podemos encontrar a una gran variedad de insectos.