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Con la inestimable colaboración de Ignacio J.

viernes, 10 de agosto de 2012

¡Qué triste!


Qué triste es comprobar que no somos capaces de aceptar los consejos de los demás, sólo porque nos han endiosado de tal manera que no vemos más allá. Triste

Intemporal de  Ignacio J.
Foto de la semana en canonistas
Es más cómodo descalificar e insultar que admitir que estamos equivocados. Es más cómodo eliminar de nuestras listas de amigos, banear, ignorar, agraviar, que pararnos a pensar en lo que nos están diciendo, en la ayuda desinteresada que nos están ofreciendo. Es más cómodo seguir obcecados y seguir haciendo fotos malas (pésimas) que tratar de mejorar con los consejos (los buenos consejos) que nos ofrecen. Triste

Es más cómodo refugiarnos en nuestra ignorancia, aceptando las alabanzas y halagos de quien no nos está enseñando nada, porque no tiene nada que enseñar. Triste


Es más cómodo aceptar los comentarios que nos dicen lo estupendas y soberbias que son nuestras fotos, lo que nos estamos superando ¡pero amigo! que no venga nadie y nos apunte los fallos estrepitosos que hemos cometido... eso ya no nos gusta. Ahora es cuando empiezan las salidas de tono, los desprecios, el lo hice así porque quise, el tú a mí no me tienes nada que enseñar, no tolero a nadie que en mis fotos diga..., acompañado siempre por un "yo admito las críticas a mis fotos".

La red es muy cruel y puede dar una imagen de nosotros mismos que no se corresponde con la realidad, una  imagen que, además, es distorsionada por quien nos tiene envidia,  o por quien no ha sido capaz de doblegarnos, o por quien no admite que halla alguien que le apunte los fallos, o por quien..., y nosotros, equivocadamente, nos dejamos influenciar y enseguida añadimos a la "lista negra" a personas que no conocemos de nada, ni nos hemos parado a comprobar si lo que se dice de ellas es verdad. Si todo lo que se cuenta es verdad o estamos ante una distorsión intencionada de la realidad. No nos molestamos en hablar con esa persona, en preguntar por esa forma de ser tan personal o por esa manera de decir las cosas, o el porqué de ese arrebato mañanero..., si lo hiciéramos nos llevaríamos más de una sorpresa. 

En fin, el que quiera seguir endiosado que siga, el que se quiera seguir creyendo magnífico y maravilloso, que siga y,

el que quiera aprender que pregunte y/o acepte la ayuda que se le ofrece.

Fácil ¿verdad?

 Pues entonces, ¿por qué nos empeñamos en complicarlo?



5 comentarios:

  1. arturo villarrubia12 de agosto de 2012, 23:06

    Por regla general, a más vale alguien suele ser más modesto. Y a más trabaja su creatividad es más consciente de sus fallos.

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  2. Efectivamente de los halagos no se aprende nada, sólo engorda el ego; y del resto mejor no hablo que me conozco.

    Saludos.

    P.D. Más razón que un santo.

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  3. ... y cuanto más sabemos de algo, más conscientes somos de todo lo que nos queda por aprender. En fin...

    Gracias por comentar.

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  4. Airam llevo varios dìas entrando en el blog y enhorabuena, tu si que sabes.

    Un abrazo

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    Respuestas
    1. Gracias!!! No sabes lo que me halaga ese comentario viniendo de alguien que sabe bastante más que yo. Un saludo

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